En 2015, los líderes mundiales firmaron acuerdos históricos: el Acuerdo de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, de manera más amplia, la Agenda 2030 – con el objetivo de impulsar un mundo más justo y sostenible para 2030. Este conjunto de agendas interrelacionadas prometieron transformar el mundo, terminar con la pobreza, reducir la desigualdad, garantizar la paz y combatir el cambio climático; para encaminarnos hacia una transición justa y a un enfoque holístico de los sistemas que sustentan nuestra economía, sociedad y medio ambiente. Hasta ahora, la implementación de estas agendas no ha estado a la altura de esta ambición y de la audacia inicial.
En todo el mundo, las personas sufren los efectos agregados de las desigualdades, la pérdida de derechos, la injusticia de género, los conflictos, la militarización, la degradación del medio ambiente y el cambio climático. Los sistemas económicos, financieros y políticos están concentrando el poder y la riqueza en manos de unos pocos, favoreciendo a un número limitado de individuos, países y empresas. La naturaleza es nuestro sistema de soporte vital: cuando se degrada, se contamina y se usa en exceso, se producen grandes impactos en nuestra seguridad alimentaria, suministro de agua, calidad del aire y en nuestra economía. El cambio climático afecta la seguridad alimentaria, el agua para regar los cultivos y la disrupciones causadas por fenómenos meteorológicos extremos. Sin enfrentar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad a través de la protección y de la restauración de nuestro mundo natural, no cumpliremos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es por eso que nos ponemos del lado de muchos otros a lo largo y ancho del mundo para llamar a un estado de emergencia. La humanidad no puede darse el lujo de esperar, las personas exigen un cambio transformador y no estamos dispuestos a aceptar la falta de acción y ambición actual de muchos gobiernos.
Nos encontramos en un momento crítico: en septiembre de 2019, los jefes de estado se reunirán nuevamente para revisar el progreso en la aplicación de estas Agendas y exigimos que establezcan una hoja de ruta más ambiciosa para la acción práctica. Este momento tiene el potencial de fomentar un impulso irreversible para una mayor responsabilidad, una mayor ambición y una acción clara en los próximos 10 años para cumplir la promesa de una transición justa.
Para brindar este impulso, estamos trabajando juntos – atravesando fronteras y uniendo movimientos-, para impulsar un cambio más amplio, amplificar las voces de las comunidades locales y compartir las demandas de cambio transformador provenientes de personas de todo el mundo.
Para asegurarnos de avanzar hacia un mundo justo, pacífico y sostenible para 2030 … nos unimos a los movimientos sociales crecientes, tal como aquellos liderados por mujeres y jóvenes – por nuestro derecho a tener voz, nuestro derecho a la igualdad, y a la justicia ambiental.
Voz: Hacemos un llamado a los gobiernos para que garanticen el derecho a las libertades de expresión, asociación y reunión; y aseguren la inclusión y participación de todos; para que las personas y las organizaciones comunitarias puedan participar libremente en todos los niveles de los procesos de toma de decisión sin temor a la violencia o la intimidación.
También pedimos a los gobiernos que se comprometan con una moratoria universal o al menos con la reducción de los presupuestos militares, con el propósito de financiar la protección del clima y el medio ambiente, así como la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad.
Igualdad: hacemos un llamado a los gobiernos para que aborden las múltiples dimensiones de la desigualdad, cumplan su promesa de «No dejar a nadie atrás»; y aborden las causas profundas de la desigualdad a través de la justicia fiscal y la protección social y el fin de la discriminación contra las mujeres y las niñas y las comunidades más marginadas de todos los países. Hacemos un llamado a todos los gobiernos, pero en particular a los países donantes, a que defiendan estos objetivos revisando sus enfoques de financiamiento, de conformidad a nuestras ambiciones y al marco sobre eficacia al desarrollo acordado, para garantizar la apropiación democrática de los países receptores, un enfoque en los resultados, la inclusión y la responsabilidad mutua.
Justicia ambiental y climática: exigimos que los países cumplan sus compromisos presentando planes concretos y ambiciosos para proteger a la humanidad y los derechos humanos; detener la pérdida de biodiversidad e implementar medidas concretas de conservación; la protección de las personas y las comunidades en la primera línea del cambio climático, para construir capacidad de recuperación, apoyar la adaptación y hacer frente a las pérdidas y daños; y avanzar hacia una transición justa hacia las energías renovables ya una acción concertada para reducir a la mitad las emisiones de carbono para 2030 – y eliminarlas por completo a más tardar para 2050; de modo que nos aseguremos de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 ° C.
Estamos trabajando juntos para una Semana de Acción Gobal conjunta del 20 al 27 de septiembre, ¡únete a nosotros!
Comparte esta declaración en redes sociales con los hashtag #Unámonos y/o #StandTogetherNow.
<img src="https://mirrors.creativecommons.org/presskit/buttons/80x15/png/by.png" height="15"> Action for Sustainable Development
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